Con 42 años a mis espaldas descubro una nueva pasión, la
mountain bike. Yo pensaba que a ciertas edades uno no encontraba deportes
nuevos, sobre todo de estos que requieren esfuerzo, tesón, y más que nada,
fuerza física. Pero estaba equivocado, resulta que un buen día redescubro que
montar en bici me gusta. Y me gusta mucho.
¿Cómo empecé? De la forma más peregrina, o quizá más
normal. Siempre he practicado deporte, fútbol, tenis, paddle, y alguno que
otro más. Pero los últimos años no me han sonreído y las lesiones han ido apareciendo poco a poco. Uno se hace mayor y la edad pasa factura. Me considero
deportista pero la tableta de chocolate la tengo en la nevera o en el estómago,
nunca en los abdominales. Pasados los 35 empiezan los dolores por todo el
cuerpo tras practicar deporte, sobre todo cuando lo haces una vez por semana y te empleas a "muerte". Después de jugar al fútbol las rodillas están machacadas, me rompo una cadera
jugando al paddle, tengo tendinitis y bursitis en el hombro derecho con la
imposibilidad de coger una raqueta decentemente… Total, que tras un año en el
dique seco me decido por el footing, perdón por el running, que es lo que se
practica ahora. Cuando era joven salía a correr, años después hice footing y
ahora running.
Ahí estaba
Pero un buen día me fijé en la bici, una que había por casa
comprada por internet y que costó poquísimo. Tras pensarlo unos cuantos días la
cogí, salí un rato, poco, me hice 10 km por terreno llano ¡cómo me costó! Pero me dije que al día siguiente volvería.
No lo hice, me dolía el trasero mucho. Dos o tres días después me volví a
subir, me dolía el culo solo con pensar en poner los pies en los pedales.
Solución: fui al Decathlon a comprar un culotte.
Desde aquel día, salgo en bici todo lo que puedo. Si pudiese
montaría a diario. La bici se me ha metido en las venas. Si tengo un par de horas
libres cojo la bici, programo las semanas viendo si puedo encajar días de bici,
los fines de semana son días de bici. La MTB es mi nueva pasión. Es una válvula
de escape magnifica para todos eso problemas que la vida nos trae a diario, y
son momentos buenísimo para pensar, para estar solo, para olvidarse de todo y
solo estar pendiente de la bici y el pedal.